En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



jueves, 8 de febrero de 2018

UNA MANZANA EN LA NEVERA

Una Manzana en la nevera, Sandra Sánchez







reseña

UNA MANZANA EN LA NEVERA




UNA MANZANA EN LA NEVERA, de Sandra Sánchez, Piediciones, España, 2017, reúne setenta poemas. Debo confesar dos asombros: el primero, el título. Cito para contextualizar mi lectura: “La manzana se utiliza simbólicamente en varios sentidos, extraídos de diferentes mitos: la manzana de la discordia, atribuida a París; las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, frutas que otorgaban la inmortalidad; la manzana de Adán y Eva; la manzana del Cantar de los Cantares, que según Orígenes representa la fecundidad del Verbo Divino. Se trata pues, de un medio de conocimiento, fruto tan pronto del árbol de la vida como del árbol de la ciencia del bien y del mal. Es decir, la manzana otorga un conocimiento unitivo que confiere la inmortalidad o un conocimiento que provoca la caída.” Pero también, me he propuesto explicar el concepto de “nevera”, que a su vez, requiere de algún nivel de explicitación: el Diccionario ABC nos da una pista: “La contextualización es el acto mediante el cual se toman en análisis las circunstancias de una situación, un evento o un hecho, ya sea este público o privado. Entiende un conjunto de aspectos relacionadas entre sí. En este sentido, para entender un fenómeno aislado es necesario explicarlo dentro de una esfera más global.”

Tenemos entonces, que la manzana se convierte en el territorio u objeto del conocimiento y la nevera, como metáfora del mundo en el cual, con todas sus circunstancias, uno vive y muere inexorablemente. Quizás la residencia de la mujer (en este caso particular) y sus miedos, ante la compleja indeterminación como casa del ser humano. Así, su poesía es una aventura para desvelar y desvelarse frente al mundo. Su territorio poético es un rincón de ternura, pese a las sujeciones de la vida cotidiana.

El conjunto de los poemas aquí contenidos, reafirma ese desplazamiento, aun siendo en esencia poesía lírica, esencial, es también terrestre, incesantemente trashumante en los sueños y la cotidianeidad. Ese desplazamiento de los dos conceptos puestos sobre la mesa, le confiere una acertada visión de lo que nos desea expresar la autora. Su alma tiene la tesitura de una campana, o la ganada pasión del alba.

La niña de uniforme huye de la vida
que aún no ha comenzado.
Ha aprendido en los libros:
las guerras, las invasiones, una Historia
sin final feliz.
Cuando llegue a casa cambiará
la ropa del colegio
por la de la calle y colocará
sobre sus hombros una máscara
de piel y huesos, un rostro
que no muestre jamás
a la persona que la habita.
UNIFORMES, PÁG. 79

“Poesía desnuda”, afirma el prologuista, el también poeta Pablo A. García Malmierca. Y yo lo secundo. La poeta se desnuda al habitarse, al ser siempre ella y diferente. Al enfrentarse y huirse, al cuajar sus recuerdos y no encerrase, sino, sino abrirse a ese fruto que dan los ojos y lo refleja la pluma y la tinta.

 “Qué pena da la muerte
que no podrá tener jamás descanso
ni nadie —al fin— que conozca la eficacia
de su obstinado trabajo,…”
QUÉ PENA DA LA MUERTE, pag. 69

Y más adelante, perpleja, casi como un corazón roto e insomne, nos deslumbra con su eficiente percepción. El tiempo como un pedazo de tiempo cambia con el uso, se destiñe como los límites confusos del horizonte. Es doloroso, sin duda contemplar la geografía humana, los mundos que nos toca vivir, los pájaros que se extrañan al término del día. Suerte que la palabra es instrumento de la sagrada locura en la que nos mete la poesía. Veamos, para evitar más digresiones:

“A través de la ventana cerrada al mundo
unas grietas de cristal abren rendija
por donde se cuela un aire helado
vestigios de un presente anterior a éste
que me van dejando inerme“…
“MICROCOSMOS”, pág. 70

Todos los poemas valen lo que dicen. Sandra, más allá de las tendencias literarias, vive y trabaja a plenitud la creación poética y nos revela con audacia esos gérmenes peculiares de la manzana en una nevera, decir, ese trazado del tiempo sobre sus hombros.

Muchas gracias

André Cruchaga
Barataria, 07.02.2018

1 comentario:

Sandra Sánchez dijo...

Agradecida y feliz por tu reseña querido André. Gracias de corazón.
Un abrazo enorme,
Sandra Sánchez.